Cinco. Tal como nos enseñaron en la escuela, ese es el número de sentidos que la gran mayoría de personas puede percibir. ¿Hasta aquí todo claro, verdad?
Pero aquí hemos venido a hablar sobre branding, por eso es normal que te preguntas: ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Y la respuesta es que más de lo que te imaginas.
Desde un aroma particular o el sabor característico que logran algunos restaurantes. Incluso eres capaz de medir la calidad de un producto con tocarlo. Como estas son buenas formas de captar la atención del gran público, es ahí de donde nace el branding sensorial.
El branding sensorial o sensory branding ocurre cuando una marca utiliza ciertos elementos para cautivar al menos uno de los sentidos de sus clientes para lograr diferenciarse del resto.
Es un principio muy básico que no por eso deja de ser efectivo. El branding sensorial funciona y existen muchos ejemplos que así lo demuestran.
Los seres humanos no podemos desconectar nuestros sentidos. Quizás puedas cerrar los ojos para no ver o taparte los oídos para no escuchar, pero durante tu día a día lo normal es que tus unidades sensoriales estén al tanto de lo que pasa a tu alrededor.
Funciona bajo el principio de condicionamiento clásico. Imagina que al entrar en contacto con una marca uno de tus sentidos es estimulado. Lo siguiente que pasará es que tu cerebro de forma automática entablará una relación entre la información que percibe a través de ese estímulo y lo que está pasando a su alrededor.
La próxima vez que ese estímulo vuelva a entrar en contacto contigo, de forma consciente o inconsciente, recordarás la marca que te lo trajo. Eso es branding sensorial.
Es así como el branding sensorial te ayuda a ocupar una posición más duradera en la mente de las personas. Del mismo modo, los clientes sentirán apego hacia tu marca e incluso es posible evocar ciertas reacciones.
Si la primera experiencia fue agradable, el estímulo también te recordará la sensación de satisfacción de aquel momento.
Existen tantos tipos de branding sensorial como sentidos. De hecho, también existen modelos mixtos que buscan posicionar varios estímulos simultáneos.
A continuación te explicamos cada uno de ellos: