El marketing digital es toda una disciplina que se basa en dos frentes.
El primero de ellos está relacionado con todo lo que pasa frente a tus ojos: la captación de tu interés gracias a anuncios impactantes e irresistibles. ¿El resultado? Haces clic en ellos. ¡Los responsables del plan estratégico de marketing lo han conseguido!
El segundo frente tiene que ver con lo que no muchos llegan a percibir. ¿Eres consciente de todo lo que ocurre entre bambalinas?
Cuando una marca lanza un anuncio, suele tener objetivos que van mucho más allá de los evidentes. No se trata solo del producto que te están ofreciendo, sino del comportamiento de compra que esperan de ti. Esa perspectiva no está al alcance de todos, ya que es propia de la era digital.
Por eso, en cuanto al público objetivo, es necesario hacer una línea diferencial entre los consumidores regulares y los crossumers.
Es decir, son esas personas que logran ir un paso por delante de los anuncios publicitarios que les son expuestos. No se dejan persuadir debido a su capacidad crítica, eso les permite tomar las mejores decisiones de compra.
Son la razón por la cual las marcas digitales se esfuerzan en conocer los intereses de su audiencia, ya que ahora el listón está mucho más alto.
Ahora te presentamos la figura de los prosumers.Sin duda, otra forma de cliente que tiene mucho que decir cuando se trata de decisiones de compra.
Podemos decir que son una versión un poco más light de los crossumer, al igual que ellos, hacen investigaciones de mercado, pero pueden llegar a ser un poco más abiertos a los anuncios publicitarios que perciben.
Son generadores de contenido por naturaleza, por lo que si tu producto llega a maravillar a un prosumer obtendrás publicidad boca/oreja gratuita.
Dicho esto, ¿cuáles son las diferencias entre estos dos tipos de clientes? A continuación te las detallamos:
Como hemos dicho antes, estas personas son unos excelentes aliados durante la fase de diseño de tu plan de marketing.
Además, la interacción con ellos resulta bastante sencilla, ya que por lo general manejan todos los términos relacionados con el mundo del marketing. Puedes crear grupos focales o aplicar cualquier otra estrategia para recolectar sus datos y aprovechar lo que tienen que decir.
Por otro lado, muchos de ellos tienen un pleno conocimiento de los valores de tu marca, incluso llegando a saber más sobre tu empresa que muchos de los miembros de tu organización.
Otra ventaja es que ellos siempre te hablarán desde la perspectiva del consumidor, pues, como clientes, son los primeros interesados en que tus productos alcancen la excelencia. Si ya tienes definido a tu buyer persona, ¿por qué no crear una subdivisión que solo involucre los intereses de estos crossumers? Las posibilidades pueden ser infinitas.
En resumen, estos clientes especializados están lejos de ser tus enemigos, tienen un gran sentido crítico que no debes ver como una amenaza sino como un activo.