Si estás emprendiendo un negocio o estás lanzando al mercado un producto o servicio, quizá estás pensando en cómo darlo a conocer y sobre todo saber qué piensan los usuarios.
Para resolver esas incógnitas es preciso que conozcas la labor de un early adopter y aplicarlo a tu negocio.
El early adopter es un término anglosajón que se puede traducir al español como primeros seguidores o primeros clientes.
Es decir, es una persona que tiene un estatus “privilegiado” de ser la primera en comprar o probar un producto o servicio nuevo, por lo general tecnológico, aunque esto no siempre es así.
Su razón de ser es la de ayudar a desarrollar ese producto o servicio. Y, a menudo, por ser uno de los primeros en usar un producto, quizá deba pagar más por ello, o usa un artículo aun con mejoras por hacer.
Una vez puesto en el mercado, puede gozar de beneficios como prima por mejoras al producto y elevación de su estatus social como early adopter.
Además, su aporte y comentarios ayudarán al reconocimiento en el mercado de ese artículo y a la reducción de costes.
Por su parte, la empresa o marca creadora ha de confiar en esos usuarios y valorarán las opiniones y comentarios a fin de mejorar el producto y cubrir costes propios de la investigación y desarrollo.
Así pues, el early adopter es una entidad de primeros clientes que adoptan un producto o servicio determinado.
La decisión representa grandes ventajas para quien decida ser un early adopter, ya que se benefician de ser de los primeros en conocer un nuevo producto. Y como este tipo de mercado suele centrarse en estudiar artículos orientados a la tecnología, puede conocer antes que el resto la última novedad sobre dicho producto.
Además, ser un early adopter ofrece un estatus de influyente o líder ante el resto de personas o como alguien que marca tendencia y que hay que seguir para conocer su opinión.
Otra gran ventaja es que con su dictamen sobre un producto o servicio puede ser capaz de revolucionar el mercado y ayudarle a hacer una entrada triunfal en la industria y hacer que su opinión sea tenida muy en cuenta en el segmento de dicho producto.
Entre las grandes ventajas que se tienen destacan las siguientes:
Esta estrategia, a pesar de ser muy conveniente para un early adopter, también puede presentar ciertas desventajas:
Para comprender a ciencia cierta de qué trata la adopción de la tecnología, es necesario conocer la curva de la tecnología.
Misma que fue propuesta por el sociólogo Everett Rogers en su libro Difusión de innovaciones (1962), quien con su teoría definió el early adopter en 5 etapas.
Dicha curva es un modelo muestral que interpreta qué sucede cuando un producto o servicio es ofrecido a los primeros clientes.
Donde además, cada grupo se caracteriza por diferenciarse del otro y, sobre todo, se caracteriza por influir en lo que en realidad es su labor, que es acoger nuevas tecnologías o productos.
Las 5 etapas de la adopción de la tecnología son:
En este grupo de early adopter los innovadores son aquellos usuarios que se caracterizan por ser los primeros en probar un artículo nuevo.
Se conoce su buena actitud a conocer lo desconocido. Son tomadores de riesgos y se entusiasman por descubrir nuevas tecnologías.
Y aunque, por lo general, compran productos o servicios con un coste elevado por ser de reciente lanzamiento, estos cuentan con suficiente poder adquisitivo para tener adquirir los nuevos productos.
Para llegar a esa posición privilegiada es innegable algún tipo de conexión entre el early adopter y la marca o empresa dueña del producto innovador.
Los early adopters o primeros seguidores, en términos de marketing, son adoptantes que tienen un problema y no escatiman en asumir riesgos para solucionarlos.
Son personas influyentes y líderes en opinión, con lo cual incentivan a otros a tomar una decisión de compra, haciendo publicidad y promoción gratuita al producto o servicio y a la marca.
Se embarcan en esta aventura tras conocer la opinión de los early adopter, es decir, de los influyentes, estos son conocidos por ser el grueso de la curva de la tecnología y al cual hay que tener en cuenta para satisfacer sus demandas y ofrecerles soluciones.
No asumen muchos riesgos, pero están dispuestos a obtener nuevos productos y sus costes teniendo en cuenta la utilidad y beneficio práctico o real del producto o servicio.
Su modo de actuar es similar al grupo anterior, no obstante, son aún más reacios y tradicionales o adversos al riesgo, ya que solo destinan recursos a la compra de productos comprobados.
Necesitan más apoyo y convencimiento por parte de la marca y otros early adopters para llevar a cabo una compra.
Este tipo de adoptante es conocido por ser resistente al cambio. Poseen un poder adquisitivo más bajo que el promedioo son un segmento de la población o muy joven o personas mayores.
Quizá no tienen un problema que solucionar urgente o realmente y compran el producto o servicio casi “obligado”, o cuando la población ya disfruta de manera segura del artículo.
Sin embargo, agrupa en la curva gran cantidad de usuarios que al convencerse se dan cuenta del problema que pueden tenerycómo solucionarlo antes de que suceda.
Si deseas contar con un early adopter como aliado para tu marca, debes crear varias estrategias de trabajo para atraerles.
Por tanto, el primer paso que se debe dar es identificarlo y contactarlo. A menudo están en redes sociales o blogs, puedes usar hashtags o responder comentarios. Una vez que los detectes ofréceles un trato de negocio.
Y si estos no se encuentran en redes, puedes acudir a eventos o encuentros e intentar convencerles del porqué probar tu producto o servicio.
Una vez sea tu early adopter, puedes mantener contacto cercano y estudiar su comportamiento. Asimismo, refuerza su ego haciéndole sentir importante para tu marca.
Es momento de conocer los más icónicos ejemplos early adopters:
¿Y tú has pensado aplicar la estrategia early adopter en tu marca empresarial? Piénsatelo, como ves, puede tener ventajas que te ayudan a mejorar tus productos o servicios.