Desde científicos que bautizan sus descubrimientos de forma narcisista, hasta grandes o pequeños pueblos que deben sus nombres a personajes históricos, los epónimos están por todas partes.
Si vamos al significado de epónimo desde un punto de vista etimológico, encontramos que este adjetivo proviene de dos palabras: la primera de ellas es el vocablo griego “epi”, que se traduce como “encima”, y el segundo es “onomos”, que en castellano significa “nombre”.
En consecuencia, un epónimo es un sobrenombre utilizado para designar a algún objeto o sitio geográfico en homenaje a una persona.
De hecho, muchos especialistas destacan que la definición del término epónimo puede tener raíces mitológicas, utilizado en la antigüedad clásica para referirse a un héroe.
Para que un epónimo pueda salir a la luz hacen falta muy pocas cosas. La primera de ellas tiene que ver con el personaje que va a ser homenajeado, al revisar la historia se puede apreciar como los epónimos más tradicionales corresponden a grandes personajes que marcaron un antes y un después en la vida de muchos.
Por otra parte, es necesario contar con el elemento que va a ser bautizado, una característica particular de los epónimos es que son colocados en objetos o lugares.
Sin embargo, ese es un parámetro no excluyente. ¿Qué queremos decir con esto? Que puedes nombrar a tu mascota como el famoso personaje de la última serie que viste, eso también es una especie de epónimo.
Los epónimos se han consolidado bastante bien en la historia de la humanidad, por eso existe una gran cantidad de ejemplos a tener en cuenta! Revisemos unos cuantos:
Uno de ellos tiene que ver con el proceso de pasteurización, el cual hace referencia a Luis Pasteur, que fue el primero en eliminar microorganismos a través de esa técnica.
Ocurre lo mismo con la famosa Ley de Murphy, seguro que has oído hablar de ella. Su nombre proviene del ingeniero estadounidense Edward Murphy Jr. Por otro lado, el método de lectura Braille fue desarrollado por el pedagogo francés Louis Braille. ¿Y recuerdas la teoría del Darwinismo sobre la evolución? Es otro epónimo.
En lo que respecta a la geografía existen ejemplos muy interesantes. La nación sudamericana Bolivia recibe su nombre del político venezolano Simón Bolívar. Por otra parte, Washington D.C. recibió ese nombre en honor al primer presidente de los Estados Unidos.
La medicina fue una de las primeras ciencias que adoptó esta construcción de nombres, por eso los epónimos en medicina son una constante.
Existe una bacteria denominada como Escherichia Coli que puede afectar a quienes no desinfectan los alimentos antes de ingerirlos. Pues bien, su nombre se debe al pediatra especializado en bacterias Theodor Escherisch.
Lo mismo ocurre con la enfermedad Alzheimer, cuya denominación se debe al médico Alois Alzheimer, el descubridor de esta afección. Siguiendo esa línea, Hans Asperger fue un investigador austríaco que descubrió el síndrome que lleva su nombre.
La Salmonela fue descubierta por el veterinario Daniel Elmer Salmon, mientras que la enfermedad de Parkinson está relacionada con el médico británico James Parkinson. Y como estos, existen muchos otros ejemplos más