En todos los aspectos de nuestras vidas tenemos algún estilo de hacer las cosas. El mundo del marketing no es una excepción y más aún en el caso de la publicidad, que busca ser imaginativa y creativa.
El estilo publicitario es la manera como se transmite un mensaje publicitario, es decir, el tono y los elementos utilizados para su presentación. Dichos elementos son innumerables y diversos y se puede jugar con ellos para conseguir un estilo afín a la filosofía de una marca o empresa.
No obstante, muchas veces dependen del entorno social donde va dirigido o la moda y tendencias actuales así como los medios que difundirán la publicidad. Otras luces es ese sello personal que deja la marca de cómo quiere producir recuerdos en las personas y por supuesto en sus potenciales clientes.
Veamos a continuación cuáles son los principales estilos publicitarios que marcan la pauta en el momento de elaborar una campaña publicitaria.
Como ya lo dijimos, existen una cantidad importante de estilos de publicidad. Estos dependen de los criterios de los publicistas o de qué mensaje se quiere dar a conocer al receptor. Es decir, de si queremos evocar al sentimiento o si se quiere vender algo en concreto. O, de manera puntual, si solo se desea dar a conocer un mensaje o una filosofía de la marca. En todo caso se busca tocar la fibra del receptor del mensaje en el medio idóneo y acorde para llegar a él. Y que éste se identifique con cualquiera de estos tipos de estilo publicitario aplicados por el equipo de publicistas detrás de una marca.
A modo informativo, algunos de esos tipos de estilo publicitarios, que en esencia son básicos para emprender una campaña publicitaria, son: el humor, la fantasía, el erotismo y la agresividad.
A partir de los estilos se pueden construir otros nuevos e igualmente sólidos que marquen una forma de percibir a una marca. Veamos ahora los más conocidos:
Este estilo publicitario es uno de los recursos quizá más difundidos en el momento de hacer publicidad. Cuenta con un alto nivel de aprobación entre el público a quien va dirigido.
La publicidad sensorial apela a los 5 sentidos. Además, se diferencia por tener un estilo vivencial y se basa en interpelar a las personas y pedirles que formen parte de la marca.
¿Cómo lo hacen? Se les invita a mirar, degustar y tocar u oler y sentir elementos importantes de un producto. Todo ello bajo una estrategia llamativa e integradora en la cual los consumidores participan de manera voluntaria para satisfacer esa curiosidad que ha sido generada.
Como pequeño ejemplo de la gran cantidad existente de modelos de publicidad sensorial, podemos mencionar las degustaciones de productos en las cadenas de supermercados y restaurantes. También las muestras de colonias en perfumerías.
Sin duda alguna, la publicidad sensorial posee gran efectividad para conectar a una marca con sus clientes potenciales.
La publicidad basada en animales tiene como grandes protagonistas a nuestras más queridas mascotas, bien sean animales reales o representaciones.
Este estilo de publicidad busca generar sentimientos de empatía y ternura o curiosidad entre los espectadores. Los publicistas apelan a la emoción y la ternura que despiertan los animales para que la marca produzca recuerdos y se instale en el subconsciente.
Como ejemplo podemos traer a colación al famoso cachorro de Scottex, de la famosa marca de papel higiénico. ¿Quién no se enterneció con ese simpático perrito? Y si hablamos de gatos, existen una gran cantidad de anuncios relacionados con ellos.
Si te pones a pensar, existen gran cantidad de anuncios publicitarios con animales de todo tipo.
Este estilo publicitario comprende aquella publicidad que reúne a los mismos personajes o situaciones en cada anuncio, siendo percibida como una serie de varios capítulos.
La publicidad seriada cuenta hoy en día con grandes adeptos en redes sociales, donde los influencers son de gran apoyo para generar una publicidad con varios capítulos para entregar a sus seguidores.
Como su propio nombre indica, este tipo de publicidad busca la descalificación de otros anuncios de la competencia, bien sea de manera sutil o directa.
Y es que se ha comprobado que las personas prestamos mayor atención a los sentimientos negativos. Basado en ello se confirma que los mensajes negativos impactan en nuestro subconsciente, lo cual nos produce recordación.