El objetivo principal de toda empresa comercial es uno solo: crecer. Partiendo de esa premisa surge un interrogante cuya respuesta es determinante para la rentabilidad en el futuro de ese negocio: ¿Qué camino escoger? ¿A qué dirección apuntar?
Esa es una pregunta muy necesaria,ya que existen distintas formas de aumentar la cobertura de mercado o la suficiencia de una empresa. Eso es lo que se conoce como estrategias de diversificación.
Una estrategia de diversificación es una acción que se lleva a cabo bajo la premisa de ampliar la participación de una empresa en el mercado. Y como una cosa viene de la mano con otra, también estarás aumentando la capacidad lucrativa de tu empresa.
Para que eso sea posible, es fundamental que estudies los posibles nichos de mercado en los que puedes estar presente, solo así podrás seleccionar la estrategia que más te convenga.
Todos los caminos llegan a Roma y también existen diferentes tipos de estrategias de diversificación, todas igual de válidas.
El truco está en seleccionar la estrategia de diversificación que mejor se adapte a las necesidades de tu empresa, así que para que no falles en esta decisión tan importante a continuación te las presentamos:
La diversificación horizontal es aquella que ocurre cuando una empresa amplía su campo de aplicación dentro de una misma industria. Es posible abordar cualquier tipo de proyecto siempre que esté relacionado con la idea comercial original de la marca.
La diversificación vertical se basa en el fortalecimiento de la propia cadena de producción, sustituyendo productos de terceros por otros propios. De esta forma, la empresa disminuye sus costes de producción al autoabastecerse.
La diversificación concéntrica es una de las más populares entre los productos de consumo. Se basa en la inclusión de nuevas líneas relacionadas con una ya posicionada. De esta forma, los nuevos productos se cobijan bajo la popularidad alcanzada por la marca para facilitar su entrada en el mercado.
Por último, la diversificación conglomerada es la más rompedora de todas porque en este caso no contempla ningún tipo de condicionante. La creación de las nuevas líneas de productos no debe enmarcarse en el mismo sector productivo o servir de soporte a un producto existente. Con esta estrategia se pretende invadir un mercado totalmente nuevo desde cero.
A continuación, algunos ejemplos de estrategias de diversificación, de cada uno de sus tipos:
Y esto es todo sobre las estrategias de diversificación. ¡Ahora es tu turno de ponerlas en práctica!