En su acepción más purista, la etnografía es la ciencia de los pueblos. Es decir, es la ciencia que estudia al detalle a los pueblos y sus culturas.
Desde el punto de vista científico y teórico, a la pregunta, se define como un método de investigación que apoya a las ciencias sociales, así como a la antropología social y otras ciencias afines del estudio de los pueblos o de un gran colectivo social.
Esta ciencia permite entonces describir y observar ciertos enfoques tales como: costumbres y prácticas, además de creencias, formas de vida y cultura de una sociedad.
La etnografía también estudia una unidad social específica y como ejemplo se puede tomar a una familia o un conglomerado social.
Quien estudia a una sociedad específica debe observar y analizar tanto de forma participativa como de manera distante. Es decir, siendo un testigo silencioso de su desenvolvimiento y al mismo tiempo participar en ella de manera activa y desde sus adentros.
Y por supuesto, a efectos del estudio, tiene que asentar lo que vio y escuchó, además de lo que percibió y conoció. Esto con el propósito claro de dejar una tesis sobre dicho estudio.
Se puede decir que la etnografía ha definido a los pueblos y es una fuente valiosa de información.
En la actualidad se utiliza la etnografía para estudiar a todo tipo de grupo social, pues de ella se obtiene información viva de lo que en realidad acontece y rige a un determinado grupo social.
Además, en términos de marketing, permite analizar la cotidianidad de un usuario o consumidor en relación a un producto o servicio, o una marca y que hace o dice de ella, y la aceptación cultural y social de dicha marca en ese entorno.
En términos de mero principio etimológico, la etnografía procede del griego “ethnos” (tribu o pueblo) así como de “grapho” (yo escribo) el cual se refiere a describir un pueblo.
La etnografía tiene sus orígenes desde las primeras sociedades que poblaron el mundo, que estudiaban a esos pueblos exóticos e imperios o comunidades aborígenes, tomando nota y dejando registro de lo que allí aconteció.
Tiempo después, la etnografía toma tintes de formalidad y establece alianzas junto con la antropología social, para el estudio de poblaciones europeas o del lejano Oriente, así como las culturas aborígenes americanas sobrevivientes.
Uno de los fundadores más importantes de esta ciencia es el antropólogo Bronislaw Malinowski, quien, apoyándose en sus conocimientos de antropología, hizo estudios basados en las distintas ciencias sociales.
En el pasado reciente, en el siglo XX, esta ciencia fue abordada y desarrollada por prestigiosos antropólogos y sociólogos.
Entre ellos destaca el sociólogo Anthony Giddens quien define la etnografía como: “El estudio directo de personas o grupos durante un cierto período.”
Asimismo, los estudios etnográficos tuvieron su cúspide a mediados de los años 70, siendo las universidades de países como Gran Bretaña, Estados Unidos o Australia quienes llevaban la batuta en estos estudios.
La etnografía para esos años fue aplicada en culturas “lejanas” como por ejemplo pueblos indígenas o países muy arraigados en sus tradiciones y cultura.
Con la modernidad en puertas, la etnografía fue trasladada y aplicada a países y sociedades modernas, que, debido a la globalización o transculturación, crearon relaciones interculturales.
Hoy en día esta ciencia se ha diversificado a tal punto que cualquier grupo humano puede ser objeto de estudio, pero esto se da solo si se relacionan bajo acciones reglamentadas por costumbres y culturas o por derechos y obligaciones que los une.
Esta ciencia se divide en dos aspectos fundamentales del estudio de los pueblos:
A partir de las características de la etnografía surgen algunos subtipos que de igual manera aportan datos interesantes al estudio de la sociedad:
Los objetivos de la etnografía comprenden el análisis de un grupo social en su estado natural para detallar su comportamiento y costumbres, así como la percepción que tienen del mundo, además de su forma de actuar y la convivencia con la comunidad.
La importancia de la etnografía radica en realizar una descripción objetiva de la dinámica social y los procesos cotidianos de un grupo o población con el propósito de recopilar y analizar los datos de interés obtenidos de dicho estudio.
A continuación, se exponen los resultados y las interpretaciones a estudiosos y personas o instituciones que puedan aprovechar esa información para abordar una necesidad o un procedimiento social.
En otras palabras, la etnografía busca descubrir una cultura o las costumbres de una sociedad, adentrándose en ella y realizando observación de campo para definir las conductas que resaltan de la interacción y convivencia de las personas.
Asimismo, se expresa el significado cultural y las perspectivas que tienen las personas hacia su grupo y las impresiones o conclusiones del sociólogo o investigador.
El método etnográfico posee muchas ventajas tanto para los investigadores como para la sociedad:
Para realizar una etnografía se debe contar con métodos científicos que ayuden a comprender y analizar los resultados: