Existen una infinidad de maneras de desarrollar la identidad visual de una marca. Quizás la más importante de todas es a través de ese sello que aparece en todas partes, lo que todos conocemo como “logotipo”.
Sin embargo, en este punto tenemos que detenernos. Denominar “logotipo” a cualquier insignia propia de una marca es un error recurrente. ¿Por qué? Es sencillo de entender.
Como verás, un logotipo es aquel que solo contiene texto, como es el caso de CASIO o Coca-Cola. Pero la realidad es que existen infinidad de marcas que también utilizan recursos gráficos en sus sellos distintivos. Es ahí cuando entran en juego los isologos.
Una buena definición de isologo comienza por decir que se trata de una variante de identidad visual que combina dos elementos: texto e imágenes. Pero no de cualquier manera, ambas partes se juntan de forma armónica para crear una composición homogénea.
Este concepto es muy importante para quien se encarga del branding de una marca. AL fin y al cabo, el diseño realizado puede mantenerse vigente durante toda la vida útil de la marca, por eso es mejor evitar dar pasos en falso.
Además, el poder de recordatorio es uno de los principales activos de las empresas y todas las marcas quieren ser las privilegiadas de contar con esa capacidad de ser recordada, lo cual es posible cuando te tomas muy en serio este concepto.
Dicho eso, ¿cómo identificamos un isologo?
La característica fundamental que diferencia a un isologo de cualquier otra forma parecida es la relación que existe entre texto y figuras.
Para que un isologo sea considerado como tal es necesario que el texto no tenga todo sentido sin la parte gráfica y viceversa, es decir, que si quitas el texto a la imagen, no tiene sentido.
Es por eso que la representación visual de la marca de ropa deportiva Puma es un ejemplo claro de lo que no es un isologo. Puedes probar viendo el nombre por separado y la representación aún se entiende. Por otro lado, al ver solo la figura del puma saltando también lo relacionamos con la marca, así que, funcionan bien juntos, pero también lo hacen por separado y eso no es lo que estamos buscando.
Sobre ejemplos de lo que sí es un isologo hablaremos en el siguiente punto. Por el momento, concentrémonos en otras de las características más destacadas de este elemento:
A continuación te mostramos algunos de los ejemplos de isologos más populares: