El término anglosajón overpromise se puede traducir al idioma castellano como "sobreprometer". Se trata de una práctica muy común en la que algunas empresas recurren a campañas de marketing engañosas sobrevalorando las características de sus productos para captar clientes incautos.
Una vez realizada la compra y tras usar los productos o servicios, los clientes notan que no existe correspondencia entre lo ofertado y lo ofrecido. Por lo que, a medio o largo plazo, suele generar el efecto contrario al esperado: poca credibilidad hacia la marca y una tasa de fidelización casi nula.