Rebranding

¿Qué es el rebranding?

¿Crees en las segundas oportunidades? ¡Esperamos que sí porque justo de eso va el rebranding! Te ponemos en contexto: en muchas ocasiones una marca deja de tener toda la efectividad a la cual estaba acostumbrada por muchas razones.

Puede que su branding haya sido ideado hace muchos años y por tanto ha perdido su efecto. O que por cambios en las corrientes del marketing simplemente no se ajusta a lo que las personas quieren ver.

Sea cual sea el caso, se enfrentan a un escenario desafiante, ante la necesidad de replantearse la reconstrucción de marca que los ha caracterizado.

Ahí es cuando se comienza a sopesar la idea de reformular la imagen vigente de la marca a través de un proceso de rebranding.

Entonces ante esa premisa lo mejor será aclarar: ¿Qué es el rebranding?

Para explicarlo primero es necesario considerar que el branding es el proceso de creación de una marca, en donde se establecen tanto los elementos tangibles como intangibles que la caracterizan y permiten que compita de la mejor forma posible en el mercado.

Partiendo de esa base, se categoriza al rebranding como el emprendimiento de reformular ese proceso inicial por uno totalmente nuevo, con el objetivo de refrescar la imagen de la marca o corregir ciertos errores que se pudieron cometer en el pasado.

Ahora bien, es momento de hacer una pequeña advertencia. Y es que, como no puede ser de otra forma, la capacidad de recordación de una marca irá muy arraigada a su branding inicial. Así que procura atinar esta vez con el rebranding pues no tendrás más oportunidades.

Objetivos del rebranding

  • Mejorar la reputación de la marca: Existen muchos factores por los cuales la imagen ante el público de una empresa puede resultar seriamente afectada. En esos casos muchos prefieren dar un giro de 180° mediante la reformulación de su branding.
  • Recuperar una cuota de mercado perdida: Una de las peores pesadillas de cualquier empresa es restar su participación en el mercado. Esa es una tendencia difícil de revertir con decisiones superficiales. Ahí es cuando el rebranding te hará más fuerte.
  • Responder a un crecimiento de la empresa: En ocasiones la concepción inicial del alcance del negocio se queda corta. Por lo que la marca deberá entrar en contacto con mercados, así como clientes de mayor importancia. Eso puede generar cierta discordancia entre el branding original y lo que las personas esperan de la marca. Para esos casos el rebranding será la mejor solución posible.

Ventajas y desventajas del rebranding

El rebranding es un asunto polémico para muchos profesionales del mundo del marketing. Algunos piensan que lo mejor es llegar hasta el final con la tradición de la marca. Mientras que otros creen oportuno actualizarlo todo cuando existan oportunidades de mejora.

Y es que ambas posturas son igual de legítimas. Por eso, a continuación te mencionamos tanto las ventajas como las desventajas del rebranding. Empecemos por los aspectos positivos:

  • Representa un cambio de filosofía total, lo que puede servir de impulso para que la marca tome un nuevo respiro y crezca. ¡Borrón y cuenta nueva!
  • En las empresas de gran trayectoria siempre cae bien un ajuste de su imagen visual a los estándares actuales. De lo contrario la marca puede ser percibida como antigua.
  • Cuando la dirección del negocio cambia por completo el branding inicial puede quedar desfasado de la realidad. En esos casos el rebranding será bienvenido.
  • Con el paso de los tiempos los mercados suelen homogeneizar a nivel de marketing. ¿Qué quiere decir esto? Que consciente o inconscientemente unas marcas parecen mimetizar a otras. Reformular tu branding te ayudará a desmarcarse de ese proceso.

Todo eso suena muy bien, sin embargo, no todo es color de rosa. El rebranding también involucra las siguientes desventajas:

  • Tus clientes más fieles pueden sentirse traicionados o generar rechazo ante esa nueva imagen. Por eso lo mejor será evitar cambios drásticos.
  • Debes invertir capital en la renovación de todos tus elementos publicitarios o de soporte. Tanto en el contexto digital como físico.
  • Cuando el rebranding no se gestiona apropiadamente existe riesgo de resetear todo el posicionamiento de tu marca. ¡Ten mucho cuidado! La idea es que superes o al menos igualar la popularidad que ya tenías en tus manos.
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¿Cuándo debo hacer rebranding?

Iniciar un rebranding no es cosa de todos los días. De hecho todo lo contrario: ¡Es atípico!

Eso ocurre porque los directores creativos de una marca solo optan por este comodín cuando el mercado ofrece ciertas señales. Como las que te mencionamos a continuación:

  • Cuando la marca tiene un periodo de tiempo considerable notando cierto estancamiento o note un cambio de dirección en las reglas del mercado.
  • Cuando dos o más empresas se fusionan en una misma para potenciarse. En ese caso los directivos deberán decidir si tan solo cobijarse en la marca más grande o reflejar esa unión a través del rebranding.
  • Cuando la empresa sea capaz de reconocer que está siendo ampliamente superada por sus competidores y quiera frenar esa situación.
  • Cuando un estudio interno demuestre que el branding actual no estimula a los clientes a fidelizarse con la marca. Lo mejor será desarrollar una nueva propuesta.

¿Cómo hacer rebranding?

¿Ya decidiste dar cabida a un nuevo branding para tu marca? La guía que te presentamos a continuación te servirá de referencia para hacerlo sin morir en el intento:

  1. Haz un análisis de los errores cometidos. De ser posible haz una lista de esos fallos y procura no repetirlos. ¡Ese será el primer punto de referencia a tener en cuenta!
  2. Haz un estudio exhaustivo de las características de tu buyer persona. Todas las fases de diseño del rebranding deben corresponder a las características de tu público objetivo.
  3. Considera las opiniones de las personas que conforman tu equipo de trabajo. Ellos al igual que tú conocen las debilidades a corregir así que seguro aportarán buenas ideas: el cambio debe iniciarse desde dentro. Se pueden utilizar estrategias como el brainstorming o cuestionarios.
  4. Analiza toda la información que recolectamos gracias a la intervención de tu equipo de trabajo y quédate con las mejores ideas. Reúnelos para una segunda ronda de opiniones de modo tal que todos tengan claro el nuevo camino a recorrer.
  5. Reestructura los códigos internos de la empresa. Desde la misión y visión hasta los objetivos comerciales. El objetivo será encontrar cuál es la verdadera filosofía que la marca debe transmitir.
  6. Modela la identidad visual de la marca con la ayuda de diseñadores gráficos y demás especialistas en el sector. De nada servirá reestructurar el negocio si no eres capaz de expresar ese cambio de forma gráfica. Ten en cuenta que tanto el nuevo logo como la combinación de colores y demás elementos deben ser coherentes e integrales entre sí.
  7. Una vez que tengas la nueva identidad visual lista preséntala a todos los miembros de la empresa. Analiza su receptividad y en caso de ser necesario haz las correcciones pertinentes.

Ejemplos de rebranding

A lo largo de la historia han existido muchísimos casos de marcas que debieron recalcular su estrategia de branding.

Por lo general esa es una transición compleja de llevar a cabo porque se pone en riesgo todo lo alcanzado hasta el momento. Lo que aumenta las posibilidades de rechazo por parte del público. ¡Eso sería un caos total!

Pero para evitar que eso pase te proponemos que le eches un vistazo a estos grandes ejemplos de rebranding de empresas que lo lograron. ¡Presta atención a estos casos!

  • Über: Esta empresa de transportes privados realizó un rebranding completo en el año 2018 renovando por completo su imagen. Y es que hasta esa fecha, la visual tanto de su logo como de su aplicación no era la más apropiada. Además aprovecharon ese impulso para enterrar ciertos problemas de reputación que tenían por ese entonces.
  • Pepsi: La famosa empresa de refrescos azul hizo también un rebranding de su logo optando por una versión mucho más minimalista. Su meta era adaptar su diseño a las corrientes actuales.

Estos ejemplos demuestran que la necesidad de efectuar un proceso de rebranding no es sinónimo de un paso en falso en tu plan de empresa. ¡Nada de eso! Es una oportunidad para calar de mejor manera ante tu público objetivo: Corregir es de sabios.

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