Turfismo

¿Qué es el turfismo?

Para nadie es un secreto que el entorno laboral puede ser complicado. Y aunque existen excepciones a esa regla, los expertos coinciden en que los conflictos entre compañeros de trabajo suelen surgir de forma esporádica.

Después de todo, ese es un contexto en el que se juntan muchas personas que no necesariamente tienen alguna afinidad que los una. Aunque cada vez son más las empresas que se ocupan de crear perfiles psicológicos de sus empleados y candidatos para conseguir la máxima cohesión entre equipos de trabajo.

Sin embargo, hasta que esa no sea una práctica aplicada a nivel mundial, siempre existirá espacio para los problemas interpersonales en el trabajo. Son muchos los motivos por los cuales estos ocurren, pero existe un fenómeno que muchos pasan por alto: el turfismo.

El turfismo es la intromisión de una persona en ciertas decisiones o áreas de una empresa que no le corresponden. La persona que incurre en turfismo forma parte de la organización, pero no del equipo de trabajo en el cual quiere intervenir.

Como no puede ser de otra forma, eso genera incomodidades entre los empleados , debido a que cada cargo y unidad departamental debe tener su propia autonomía. Todo lo mencionado hace que las guerras territoriales en el trabajo sean una realidad que debe erradicarse.

Características típicas del turfismo

Existen muchas condiciones bajo las cuales puede surgir el turfismo en el trabajo. Por lo general ocurre cuando ciertos sectores de una empresa quieren influir sobre otro. O ejercen una presión desmedida ante la necesidad de contar con ciertos resultados.

Incluso puede producirse entre miembros de un mismo departamento. Tal es el caso de actividades realizadas bajo un régimen de supervisiones que otorgue poco margen de maniobra.

Pero, independientemente de ello el turfismo se caracteriza por generar sensaciones de estrés e incomodidad entre quienes lo sufren. Lo que puede terminar por mermar el rendimiento de esos trabajadores en virtud del logro de las metas organizacionales.

¿Cómo mi empresa puede superar el turfismo?

Para poder revertir ese escenario, es preciso poner las reglas del juego claras a todos los miembros de una empresa. A nivel organizacional deberán seguirse los siguientes normas:

  • Especificar mediante la descripción de cargos las atribuciones de cada empleado. Asegurando que las funciones de los empleados tengan los límites bien definidos, pero colaborativos entre sí. Todo ello en función del cumplimiento de los objetivos de la empresa.
  • Establecer protocolos de comunicación bien definidos entre los trabajadores y sus supervisores inmediatos. No se permitirá entablar intercambios de datos ajenos a este protocolo.
  • Crear una estructura organizacional que presente las jerarquías, así como las relaciones en los diferentes cargos. De esa forma, cada empleado sabrá cuál es su área dentro de la empresa y no podrá excederse en ella.