En estos últimos tiempos el término fake news ha adquirido una relevancia cada vez mayor porque su presencia prolifera en los medios y aumenta su calado social.
Dos ejemplos recientes y de magnitud global han sido la cantidad de noticias falsas relacionadas con la pandemia de la COVID-19, así como con las elecciones de los Estados Unidos de Norteamérica, que se han difundido. ¡Lluvia de fake news!
Estas fake news se caracterizan por ser historias fabricadas a la medida de un suceso, pero exagerando o eliminando parte de la realidad. Por tanto, no existen fuentes verificables que las avalen.
En ocasiones estas historias pueden ser propaganda diseñada de forma intencional para engañar a las personas, o pueden estar diseñadas como imanes de clics.
Sea cual sea su origen o propósito, las redes sociales también toman un papel relevante en su difusión por la facilidad y rapidez que conllevan para compartirlas.
Algo está claro. A partir del boom de las plataformas sociales, la divulgación de las fake news ha crecido a pasos agigantados. Una de las razones es que la comunicación es casi inmediata.
De esa forma, todo aquel con una cuenta en cualquier red social no solo se convierte en consumidor de información, sino que también pasa a ser un productor o replicador de contenido. ¡Cuidado con lo que compartes!
La distribución de este tipo de noticias es muy rápida porque las plataformas manejan un algoritmo que te muestra lo que más te gusta o direcciona a tus intereses. El flujo informativo en las redes sociales se actualiza de forma constante, no solo debido a la importancia para el usuario, sino de acuerdo a las interacciones y relevancia que tenga lo publicado. Esto hace que la información sea válida no por su contenido sino por su nivel de difusión.
Esto hace que las fake news sean un problema por distintas razones. Lo primero de todo es que puede ser un peligro para tu seguridad. También pueden ser un problema para la sociedad debido a que estas pueden generar un clima incendiario o, al menos, muy susceptible.
La gran mayoría de las fake news se relacionan con temas políticos o económicos. Sin embargo, no existe sector alguno que se libre de su presencia.
Las fake news funcionan de forma ideal como imán de clics. Por tanto, muchos optan por su publicación para atraer tráfico web… Aunque luego el efecto será el contrario cuando las personas noten la poca credibilidad de la fuente consultada.
Por otro lado, es posible que las fake news puedan venir acompañadas con enlaces fraudulentos. De esa forma se transforman en el cebo perfecto para acceder a tus contraseñas o datos personales. Por esto es imperativo tomar medidas para que no caigas en estos links que pueden vulnerar tus dispositivos.
También pueden redirigir a páginas web con archivos maliciosos. ¡Ten mucho cuidado en donde pones tu atención!
Otro de los problemas que no puedes olvidar es la recopilación de datos. Los piratas pueden hacer uso de las fake news con el fin de incluirte en listas spam e, incluso, vender tu información a terceros.
Pero, en ocasiones, los motivos de su divulgación van mucho más allá… Dentro del contexto político, muchas veces el aparato propagandístico es capaz de crear tendencias mediante la difusión de estas fake news. Esto es posible gracias a que la velocidad de distribución de esta información hace que no se verifique de manera apropiada.
Es cierto que combatir las fake news es difícil. Y, por si no fuera poco, los especialistas afirman que estas no desaparecerán del panorama de Internet en muchos años. Por eso, a continuación te presentamos algunas estrategias para que tú mismo puedas detectarlas y evitarlas:
Un ejemplo claro de fake news tiene que ver con la pandemia de la COVID-19. De hecho, la Organización Mundial de la Salud reportó que tan solo durante el mes de abril de 2020 se cargaron más de 360 millones de videos en YouTube bajo la categoría “COVID-19”.
En ese mismo periodo se escribieron más de 550 millones de tuits que incluían términos como: Coronavirus o pandemia. ¡En su gran mayoría cargados de fake news!
Lo que llama la atención es que no solo usuarios comunes en las redes sociales difunden información falsa en medio de la pandemia. Algunas personas importantes, como Donald Trump y Nicolás Maduro, divulgaron remedios caseros contra la COVID-19.
Es solo una pequeña muestra de la infinidad de posibilidades que tienen las fake news y que, gracias a su alta y rápida difusión, acaban pareciendo ciertas, por aquello de “si todo el mundo lo dice, será verdad”.