Si existe una característica insignia de Internet es su gran capacidad de cambio y actualización. Desde su irrupción ha dado pasos agigantados renovando la forma en cómo las personas pueden consumir el contenido al navegar a través de las páginas web. Un gran ejemplo de ello es el caso de los protocolos de comunicación, destacando, por supuesto, el caso del hoy vigente HTTP/2.
Sin embargo, antes de entrar en materia sobre qué es HTTP/2, existe un aspecto que debemos repasar para su mejor comprensión. ¿Qué es un protocolo de comunicación? En líneas generales, se trata de un conjunto de normas que marcan cómo van a interactuar dos sistemas.
Explicado eso nos podemos acercar al término que nos compete en esta ocasión, empezando por señalar que las siglas HTTP corresponden a “Hypertext Transfer Protocol”.
Sintetizando lo anterior, HTTP/2 es un protocolo que regula la transmisión de datos entre dos fuentes de Internet en formato HTML. Por tanto, es quien permite que tu navegador sea capaz de recibir los datos de las páginas web que deseas visitas.
Aquí lo sorprendente es cómo muchos recurren a Internet día a día ignorando el conjunto de protocolos y lenguajes que lo hacen posible. Sin duda alguna, sin el HTTP/2 o similares, resultaría muy difícil pensar en la World Wide Web tal como está concebida en la actualidad.
La confrontación HTTPS/2 vs HPPT/1 es un clásico de los clásicos. Y verdaderamente tiene todo el sentido del mundo debido a la gran relación que une a ambos protocolos: primeramente, decir que, como puede parecer evidente, una es la segunda actualización de su predecesora. Por lo tanto, tienen puntos coincidentes, como es el caso de que ninguna de ellas incorpora SSL, aunque es verdad que es conveniente contar con uno.
Pero más allá de eso, solo se pueden encontrar divergencias principalmente por el hecho de que HTTP/2 viene a mejorar las prestaciones de su antecesor, comenzando por el cifrado que, en el caso de la segunda versión, es mucho más rápido. Además, proporciona varias solicitudes para cada conexión TCP, mientras que la versión HTTP/1 se limitaba a una sola.
Por otro lado, el HTTP/2 cuenta con una compresión de encabezados mejorada con respecto a HTTP/1. Y, por si eso no fuese suficiente, cuenta con mecanismos optimizados para priorizar flujos, mientras que la versión previa no disponía de esta prestación.
Todos los puntos descritos anteriormente repercuten en la experiencia del usuario en aspectos tan relevantes como la inmediatez y disponibilidad de información. Por eso es un error pasar por alto todas las grandes mejoras que HTTP/2 pone sobre la mesa.
Por otra parte, si quieres experimentar por ti mismo las diferencias entre las dos versiones del protocolo de comunicación, puedes hacerlo. En Internet encontrarás herramientas que simulan la carga de elementos en ambas versiones. ¡Es momento de verlo con tus propios ojos!
Llegados a este punto ya sabes que HTTP/2 y HTTP son protocolos que permiten la comunicación de datos de Internet, ¿verdad? Así que vamos a incluir un nuevo ingrediente a esta receta: HTTPS.
Como verás se trata de otro protocolo con una nomenclatura bastante similar. De hecho, las primeras cuatro iniciales de HTTPS significan exactamente lo mismo: “Hypertext Transfer Protocol”, y la “S” hace referencia, nada más y nada menos que a “Secure”, ¡seguridad!
Dicho esto, HTTPS se relaciona con el protocolo HTTP/2 debido a que busca dotar de más seguridad a todas las transferencias de información. Así que, cuando veas que la URL de una página tiene el prefijo “https”, entonces podrás confiar 100% en ella.
Ese es un sello de garantía que avala que dicha URL mantiene la confidencialidad de las personas. Contar con este protocolo es indispensable hoy en día. ¡La seguridad lo es todo!
Esto es todo lo que tienes que saber para dominar los principios básicos del HTTP/2. Sin duda alguna un protocolo que juega un papel fundamental en la navegación en Internet actual. ¡Utilízalo en tus páginas web para brindar una mejor experiencia a los usuarios que te visiten!