¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que hacen esas webs que logran entretener a sus visitantes por horas y horas? Si lo piensas, esa es una tarea más difícil de lo que puede parecer. Para lograrlo es necesario plantear una excelente estrategia de contenidos.
Sin embargo, lo que muchas veces sucede es que una persona llega a un dominio directo desde Google. Llega a leer la información que ha estado buscando y luego de eso se va sin más. En ese punto debemos reconocer que el SEO ha hecho su parte: Ese usuario llegó a esa web gracias al buen posicionamiento de la misma.
Pero sería un completo desperdicio que la permanencia de ese visitante termine tan solo en esa página. ¡Lo ideal sería que revisara otras entradas de ese dominio! Ahora bien, la pregunta es: ¿Has desarrollado una técnica que permita que eso sea posible? Si la respuesta es “no” entonces en esta oportunidad te traemos la solución perfecta: el interlinking o enlazado interno.
¿Habías escuchado este término antes durante tu formación como especialista SEO? ¿Realmente sabes qué es interlinking? En líneas generales se trata de una de las prácticas fundamentales que no puede faltar en una estrategia de posicionamiento en motores de búsqueda.
El interlinking en SEO es una estrategia que consiste en trazar una red de enlaces entre URLs pertenecientes al mismo dominio. ¿Cómo? Existen varios métodos, pero quizás el más común es mediante hipervínculos que unan a contenidos relacionales.
Imagina que llegas a una web en búsqueda de información específica y mientras lees eso que buscas te encuentras algo adicional. Que tras hacer clic sobre él te lleva a una nueva página. ¡Que maravilla!
Si quieres aprender cómo hacer interlinking sigue leyendo atentamente. ¡A continuación te contamos todo lo que debes saber al respecto!
Con el interlinking podrás reducir las visitas esporádicas. Esas en las que una persona llega, consume el contenido y dice adiós para no volver nunca. Cuando eso sucede, el resultado es una página muy bien posicionada, mientras que el resto del dominio deja mucho que desear.
Así que como gestor de esa web seguramente querrás que el crecimiento además de orgánico sea sostenido e integral. Y eso solo es posible cuando cada una de las URLs de ese dominio se está alimentando de su buena porción de tráfico web.
Después de todo, cada una de tus páginas corresponde a la necesidad de hacer que toda la web tenga un buen índice de visibilidad. ¡Así que todas ellas deben remar en la misma dirección!
En resumen, el enlazado interno aumenta el tráfico de cada una de tus páginas, así que podrás cumplir el objetivo que tienes pensado con ellas. ¿Vender un producto o servicio? ¿Informar sobre un tema en específico? ¿Generación de leads? ¿Aumentar la popularidad de la marca? Sea cual sea el caso, gracias al interlinking será mucho más fácil.
Interconectar toda tu web mediante hipervínculos es como crear puentes que lleven de un lugar a otro. Solo así las personas podrán desplazarse alrededor de todo el dominio sin problema alguno. ¿Qué ventajas obtendrás gracias al enlazado interno? Las siguientes:
Como norma general existen dos formas de hacer interlinking aunque son perfectamente combinables: Horizontal y verticalmente.
Las webs horizontales son aquellas en las que todas sus páginas tienen una misma jerarquía. Sin embargo, son distinguibles de acuerdo al nivel de tráfico que recibe cada una de ellas. En este caso es recomendable tramar los enlaces de las páginas con más visitas hasta la que menos atención logra acaparar. Con eso estarás fomentando un crecimiento nivelado en todas las URLs.
Por su parte, un dominio es vertical cuando tiene páginas que son mucho más importantes que otras. Razón por la cual se dividen por niveles. Para este tipo de webs se debe ordenar el trabajo de forma descendente: de la más jerarquizada hasta las menores.
Tras seguir todas estas estrategias podrás llevar el enlazado interno de tu página a un nuevo nivel. ¡Ahora es tu turno de hacerlo!