La publicidad conductual, también conocida como publicidad comportamental, y en inglés como Online Behaviuoral Advertising, es una de las últimas tendencias en el marketing digital y ha calado muy bien debido a su principio de funcionamiento. Se basa en el comportamiento de los usuarios en los diferentes medios digitales, como páginas web o redes sociales, para así adaptar los anuncios.
Funciona tomando en cuenta el rastreo temporal del historial de navegación a través de cookies, para hacer una segmentación de los usuarios según sus intereses personales e individuales y luego toma esa referencia para mostrar publicidades específicas en su pantalla. ¡Es un gran salto en el avance del marketing digital!
Es una herramienta superefectiva en el momento de lograr clics. ¿Qué mejor manera de vender algo que mostrándoselo a quienes en realidad pueden estar interesados? Y todo eso gracias a la huella de datos que vamos dejando las personas.
Muchas veces llegamos a una página web y la recorremos un buen rato sin llegar a una dirección en concreto ni tampoco efectuar conversiones. Pero si dejamos cookies que son aprovechadas para saber qué estábamos buscando.
Es a partir de ese momento que la publicidad conductual recopila esa información para mostrarle anuncios a cada usuario de acuerdo a lo que estaba buscando. ¡Es el empujón final para darle fuerza a la decisión de compra de las personas!
En resumen, la publicidad conductual o comportamental es un patrón publicitario que se basa en el comportamiento de los compradores y consumidores. A través de cookies recoge información anónima acerca de las preferencias de las personas con la finalidad de adaptar los anuncios a ellas.
De una forma mucho más sencilla: las cookies dan un indicio de lo que deseas y las marcas se encargan de leer esa referencia para mostrarte lo que quieres. ¡Es un win-win!
La publicidad conductual cada día adquiere mayor importancia dentro del mundo del marketing online. Gracias a ella todos los negocios digitales han logrado potenciar la cantidad de conversiones que registran.
Además, la utilizan para rastrear los productos más demandados del momento y así reorientar su estrategia comercia. Buscan ofrecer lo que las personas buscan. Incluso la publicidad comportamental ha servido como piedra angular para cambiar la concepción de las estrategias de marketing. Esto se debe a que, mediante el rastreo de cookies, logran segmentar de mejor forma a su público objetivo.
Es una realidad que no todos los usuarios se sienten cómodos con que las páginas web lleven un registro de sus actividades. Muchos se preocupan por el uso que se les vaya a otorgar a sus datos. Después de todo, esa información recae en manos de terceros que no conoces.
Por lo tanto, es muy importante que en la publicidad conductual o comportamental las personas tengan la opción de elegir el tratamiento que se les da a sus datos. De hecho, hoy en día existe una legislación al respecto que aplica sobre todo el territorio europeo: La Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD).
Esta disposición legal obliga a las páginas web a informar a los usuarios sobre el destino de sus datos y a darles facilidades para que puedan eliminar cualquier rastro de su información. ¡Cada vez que lo deseen y sin excepciones o trabas!
La publicidad conductual busca analizar las características de los usuarios en el momento de navegar por la web tomando en cuenta las páginas que visita y sus interacciones.
Esto permite que algunas webs puedan funcionar como bases de datos al recolectar toda la información posible y venderla a terceros, ¡pero manteniendo la confidencialidad!
Por ejemplo, si una persona busca información sobre productos capilares, pero no concretó compra alguna, quedará almacenada en las cookies. Los comercios especializados se aprovecharán de esa información y de la nada esa persona comenzará a ver anuncios relacionados mientras navega por Internet.
También un buen ejemplo podría ser que un determinado usuario está navegando por la web visitando páginas de hoteles en lugares turísticos y esas empresas de hostelería o, incluso, agencias de viajes, pueden captar estos datos y ofrecer publicidad para que la persona la tenga en cuenta al momento de tomar una decisión.
Lo que te queremos explicar con esto es que de un mismo paquete de cookies pueden desarrollarse varias campañas de publicidad conductual.
Seguro que te ha surgido la pregunta: ¿cómo es que internet sabe que estoy interesado en comprar algo? Bueno, ahora ya lo sabes: Es a través del tracking de cookies y la publicidad conductual o comportamental.