Desde que internet es internet, el spam se ha abierto paso entre nosotros. Lo más probable es que todos, incluyendo a los más expertos, hayan sufrido recibido en más de una ocasión algunos de estos mensajes poco sustanciosos.
Lo más probable es que durante tus jornadas online en más de una ocasión hayas leído o escuchado esta corta palabra: son tan solo cuatro letras, pero todo un dolor de cabeza al cual enfrentarse.
Pero para entender de mejor forma el tema sobre el cual hablaremos en esta oportunidad es necesario hacer una introducción al respecto. Entonces: ¿Qué es el spam?
En esencia, son los mensajes que no aportan valor a quien los recibe y que son enviados de forma masiva para conseguir un objetivo oscuro. Otra característica es que los mensajes spam son enviados sin el consentimiento de quien los recibe. Nadie los pide, así que solo terminan generando malestar.
Ahora que sabes de qué va el spam, puedes autoanalizar tu caso en retrospectiva. ¡Así que admítelo! Tú también has recibido spam directo a tu dirección de correo electrónico. Y no solo eso:Si no que muchos usuarios suelen caer en sus redes.
Todo inicia con un texto a modo de cebo, el cual puede parecer muy atractivo. O al menos lo suficiente como para tentar a su receptor a hacer clic en él. Y una vez que esa persona accede a la web redireccionada todo se va a la basura. ¡Era un engaño!
No te sientas mal si el caso que hemos descrito representa de manera fiel alguna de tus desavenencias digitales. Tan solo debes tomarlo como una señal de que es necesario tomar algunas decisiones para no caer nuevamente en ello. ¿Qué se puede hacer ante el spam? Sigue leyendo para enterarte de todo lo necesario.
Este es un término propio del argot de los correos electrónicos, pero que luego se extendió junto al crecimiento natural del Internet.
Apenas surgieron nuevas formas y plataformas de comunicación, el spam comenzó a utilizarse para denominar a cualquier forma de mensaje basura. Sin importar si era enviado a través de un email, mensajería instantánea o cualquier otro medio online.
No obstante. ¿De dónde sale esa palabra? Después de todo, no tiene un origen etimológico en el idioma inglés, ni mucho menos en castellano. Repasemos un poco de historia para encontrar la respuesta a esa interesante pregunta:
Su origen es cuando menos curioso. Todo se remonta a una broma del programa de los Monty Python, en el cual, en una ocasión, unos vikingos gritaban a diestra y siniestra que todos tenían que comer algo llamado spam. ¡Quisieran o no! Dicho esto la referencia con respecto al uso actual de este término queda más que clara, ¿verdad?
Después de todo, el modo de operación de quien incurre en este tipo de correos electrónicos o cualquier otro tipo de mensajes, aplica ese principio: Intentar colar un contenido que la otra persona no desea contra su propia voluntad. ¡No les importa nada!
Y la reacción es la misma que tendría cualquier persona cuando es forzada a comer algo que no les provoca: nada más y nada menos que el rechazo absoluto. Lo que ha convertido al spam en una de las prácticas más condenadas de la comunidad online. ¡Existen pocas formas tan efectivas de ganar el desprecio del resto que enviando basura de forma expresa directo a la cara de los demás!
Los mensajes de spam suelen ser variopintos. ¡De todas las formas y colores! Principalmente, porque sus autores quieren pasar desapercibidos o disfrazarse de remitentes legítimos. Eso ha traído como consecuencia todo un cóctel de opciones. A continuación repasamos cada una de ellas. ¡Abre bien los ojos!
En la actualidad el problema de los correos indeseados se ha tornado tan importante que los servicios de email han tomado cartas en el asunto. ¿Cómo? A través de la famosa carpeta de correos spam. Un lugar marcado en rojo en donde llegan todos los emails que el algoritmo detecta como basura.
Tal como ocurre con esta especie de programaciones, todo es secreto. Por eso no es fácil saber cuáles son los parámetros que hacen que un correo vaya directo a la bandeja spam. Pero esto no quiere decir que todo mensaje que llegue a ese oscuro archivo sea spam. Por eso debes visitar periódicamente esa carpeta para comprobarlo por ti mismo/a.
En este punto ya sabes cómo funciona el molesto spam. Así que es necesario tomar cartas en el asunto para librarte de él de una vez por todas. ¿Verdad? Para evitar correos de spam tan solo debes seguir los siguientes consejos:
Una vez que apliques estas recomendaciones podrás estar seguro de que tendrás una bandeja de entrada libre de spam. ¡Vaya, qué alivio!