Dentro del contexto empresarial es inteligente saber quién es quién: tener caracterizado a todos y cada uno de los intérpretes del juego comercial. Esto es especialmente útil cuando se habla de marketing. Una disciplina en la que el análisis de las necesidades e intereses de otros tiene un impacto directo en el éxito o fracaso de cualquier campaña.
Ese es el motivo por el cual en esta oportunidad hablaremos largo y tendido sobre los stakeholders. ¿Habías escuchado antes este término? Es probable que no, pues no es muy recurrente más allá de las barreras del propio marketing. Sin embargo, como persona interesada en el tema te recomendamos que te quedes a leer todo lo que ese concepto trae consigo.
¿Qué son los stakeholders? Te garantizamos que tras estos 5 minutos de lectura esta duda quedará totalmente disipada de tu mente. ¡Pero no solamente eso! Si no que se despertará en ti el interés por identificar los stakeholders a tu alrededor.
Los stakeholders son todas las personas que juegan un papel protagónico dentro de la dinámica de una empresa. No es limitante que pertenezcan a la compañía sobre la cual generan influencia. El único requisito es que exista una relación clara empresa-personaje. De hecho, la adaptación más precisa de este término al castellano vendría siendo “partes interesadas”. ¡Qué descriptivo!
Aquí lo importante es reconocer que estos protagonistas juegan un papel fundamental en la dinámica de una empresa. De hecho, la relación entre ellos da lugar a la dinámica que forma parte de la realidad de una organización.
Pero no te quedes solo con esta definición que te hemos dado, pues hay mucho más que saber al respecto de los stakeholders. ¿Por qué son tan importantes? ¿Cómo influyen en el marketing de una marca? Continúa leyendo para descubrirlo.
Hablar del impacto de los stakeholders en una empresa no sería posible sin entender el grado de implicación que cada uno de ellos puede tener.
Por ejemplo, un accionista mayoritario tendrá una repercusión mucho mayor que la de un trabajador que forma parte de las últimas líneas jerárquicas.
Sin embargo, todos en cierta medida tienen un aporte que ofrecer a la compañía. Pero para medir el grado de influencia de cada uno de ellos es necesario subdividirlos en grupos. Tal como se explica a continuación:
Existen muchos ejemplos de stakeholders. De hecho, resultaría inocente intentar señalar cada variante de forma individual. Sin embargo, muchos han propuesto dos condicionantes que representan de forma fidedigna la posición de estas “partes interesadas”.
Aunado a lo anterior, dentro de esas variables existen hasta dos combinaciones de tipos de stakeholders. Lo que trae como resultado 4 variantes identificables: Primarios – secundarios, así como internos – externos. A continuación entramos un poco más en detalles al respecto:
###stakeholders primarios y secundarios
Esta clasificación jerarquiza el papel de los stakeholders de acuerdo a su grado de impacto sobre los procesos de la empresa. De esa forma, quienes juegan un papel fundamental se catalogaron como primarios.
Este grupo está compuesto por los accionistas debido a que son los que ponen dinero de su bolsillo: Son los inversores. Del mismo modo entran en esta categoría los demás socios corporativos, además de los trabajadores y por supuesto los clientes.
Por otro lado, los stakeholders secundarios son los que no están vinculados de forma directa con la empresa, pero están en su mismo entorno. Como es el caso de los competidores o proveedores.
Sin embargo, el listado conformado por los actores secundarios es bastante amplio y depende del tipo de empresa en cuestión. Pero podrían citarse algunos ejemplos como las instituciones financieras o interesados con fines políticos o religiosos.
En resumen, podría sintetizarse que la diferencia entre los actores primarios y los secundarios es su implicación económica. Mientras que unos invierten o son recompensados por la empresa los otros no tienen ningún vínculo de carácter financiero. Pero eso no quiere decir que no tengan la mirada puesta en lo que ella puede hacer.
Quizás con solo leer el encabezado ya tengas una noción bastante representativa sobre cómo funciona esta clasificación.
En esencia, los stakeholders serán internos cuando forman parte de la estructura de la empresa en cualquiera de sus posiciones. Desde sus propietarios hasta los trabajadores, pero incluyendo también a los clientes y proveedores. Quienes forman parte fundamental dentro de la cadena operativa de cualquier empresa.
Por su parte, los interesados se definirán como externos cuando precisamente no sean parte integrante de la empresa, pero se manejan en el mismo entorno. Esto incluye a los competidores, así como a la administración pública o medios de comunicación, entre muchos otros.
Con mayor frecuencia de la que podría resultar conveniente, las personas suelen confundir el término stakeholders con shareholders. Quizá por lo parecidas que son ambas expresiones, pero también por su cercanía con la empresa.
Sin embargo, existe una diferencia fundamental que debemos resaltar no sin antes definir qué son los shareholders.
En efecto, a este grupo pertenecen personas que están relacionadas con la empresa y que tienen cierto impacto sobre ella. ¡Hasta aquí todo igual! Sin embargo, la gran diferencia está en que ellos sí forman parte de la compañía a través de acciones. Mientras que en el caso de los stakeholders, tal como hemos repasado, esa no es una condición limitante.
En resumen, los shareholders son un tipo de stakeholders más comprometido con la causa empresarial. Después de todo tienen su dinero puesto en ella. Si un actor empresarial es accionista, entonces será un shareholder.