La creatividad no entiende de reglas preestablecidas ni parámetros técnicos. Por lo general, las mejores obras provienen de un proceso creativo que incluso puede tildarse como caótico. ¡Ahí es donde reside la genialidad!
Así que para favorecer que toda esa magia suceda, lo mejor es brindar a los creativos una herramienta para que puedan focalizar esa energía. Esa es la premisa sobre la cual se crearon los storyboards. ¡Y vaya que se han calzado a la perfección con lo que se esperaba de ellos!
Resumiendo, entonces: ¿Qué es un storyboard? Se trata de una especie de guion en donde se plasman ideas de una forma articulada y preferiblemente ordenada de forma cronológica. Es como una especie de lienzo en donde el sello del autor sale a la luz manifestando de propia cuenta su visión sobre algo en específico.
No existen códigos a la hora de hacer un storyboard. Lo único que debe garantizarse es que el resultado final sirva como puente para hacer esa idea realidad.
La siguiente pregunta lógica es: ¿Cómo se hace un storyboard? A pesar de que esta es una técnica que depende de los modos de trabajo de cada quien, sí que existen algunas recomendaciones. A continuación te traemos las más importantes:
A lo largo de la historia existen muchos ejemplos de storyboard que demuestran el éxito de esta técnica. En la industria del cine algunas de las grandes productoras suelen publicar este contenido como parte de su material promocional.
De hecho, si indagas por internet podrás encontrar los storyboards de grandes producciones como la saga Harry Potter. ¡Incluso de los Simpson!
En todos estos ejemplos se puede evidenciar como los storyboards han sido de gran utilidad en la industria creativa y del marketing. Anímate a incluir esta herramienta durante tus jornadas. ¡Te va a sorprender la transparencia con la que podrás transmitir tu impronta!