Conectar, explicar y convertir: tres objetivos de nuestra estrategia de marketing de contenidos que podemos categorizar en tres tipologías de mensajes.
Una vez tenemos claro qué diantres es el marketing de contenidos, nos podemos preguntar qué tipo de mensajes debemos crear para desarrollar nuestra estrategia. La respuesta evidente sería la tipología de contenido a la que mejor responda nuestro consumidor, además de facilitar que lo puedan encontrar.
Pero no debemos olvidar que en última instancia queremos vender un producto o servicio. No todo vale, si no todas las marcas estarían compartiendo fotos de gatitos y demás. En otras palabras, debemos crear contenido enfocado a los objetivos de marketing.
Los cracks de Copyblogger distinguen tres grandes tipologías de marketing de contenidos. Las tres tipologías se enmarcan dentro del contexto del proceso comunicativo, del que depende la comprensión final del mensaje por parte del receptor.
En el caso de la comunicación persuasiva, el contexto comunicativo está influenciado por las necesidades y motivaciones de nuestro público objetivo, y en cómo nuestro producto o servicio se alinea con sus perspectivas. El marketing de contenidos debe ir en la misma línea, pero entendiendo que añadimos valor a la marca antes de la venta del producto o servicio.
Estos son los elementos para una estrategia de marketing de contenidos eficaz:
Crear contenido base
Esta tipología de contenido debe comunicar lo esencial de nuestro producto o servicio. Los contenidos base resumen lo indispensable que se debe saber sobre nuestra marca. Todos los demás contenidos orbitarán alrededor de él.
Por ejemplo, el contenido base de un restaurante sería su menú o carta de platos. En una agencia de branding y marketing digital, los servicios que ofrece a sus clientes.
En un sitio web, la temática de esta tipología de contenidos también será lo que nos interesará posicionar mejor en los buscadores. El resto de páginas de nuestro site pueden enlazar a él para ubicar a los receptores más despistados o desconocedores de nuestro negocio.
La clave está en hacer un contenido atractivo que seduzca a los usuarios y les anime a compartirlo, a la vez que pueda funcionar de página de destino optimizada para la correcta indexación en buscadores.
Crear contenido conector
Esta tipología de contenido debe desarrollar y hacer pedagogía de los temas del contenido base de la forma que pueda generar más engagement. Para ello, y siguiendo pautas creativas, debemos combinar significado y fascinación:
- Significado: La parte informativa de nuestro contenido. El tema ha de ser relevante y de interés para la audiencia que tenemos y para la que tratamos de llegar a través de la compartición en redes sociales.
- Fascinación: El elemento sorprendente de nuestro contenido. La clave para captar la atención de los usuarios e incitar que el contenido sea compartido. El elemento fascinante no solo debe llamar la atención, también ilustrar el tema para facilitar su comprensión y potenciar el valor añadido de la comunicación.
La combinación de ambos elementos es lo que condicionará el poder conector de nuestro contenido. Evitemos estrategias moderadas que harán que nuestro contenido sea insulso. Mezclemos la información con elementos que gusten a nuestra audiencia, aunque vengan de universos de significado lejanos.
Podemos ir acercándonos a distintos públicos de nuestro mercado variando las temáticas. Y como en todo, hagamos del ensayo-error la mejor metodología para ver de forma empírica qué conecta mejor con nuestros consumidores.
Crear contenido conversor
Cuando hablamos de contenido conversor en este contexto, no nos referimos directamente a la venta o a la captación de leads. Hablamos de la justificación que sustenta nuestro beneficio o ventaja competitiva, la razón para creer en nuestra marca, el valor añadido de nuestro producto. El paso previo a la venta.
La función del contenido conversor es, una vez captada la atención a través del contenido conector y aclarado nuestro servicio o producto mediante el contenido base, convencer al consumidor de que nuestra oferta es la adecuada frente a la de competencia.
Cuando un consumidor está en el proceso de decisión de compra, una primera selección puede venir dada por el precio. El contenido conversor debe convencer a los usuarios de que somos la mejor opción más allá de precios y comparaciones tangibles.
Las tres tipologías de contenidos conviven en nuestras comunicaciones. No siempre de forma separada, a menudo pueden y deben converger y ponderarse de diferentes maneras en nuestros mensajes, ya sea en una publicación en Facebook o en la página de inicio de nuestro sitio web. Si tenemos claras las funciones de cada tipología, podemos orquestar y desarrollar de forma más eficaz nuestra estrategia de marketing de contenidos.