A la hora de estimular la creatividad, una de las técnicas más efectivas es la de las analogías. A continuación te mostramos cómo funciona y los diferentes tipos que existen.
La creatividad es una de las virtudes más deseadas en muchos ámbitos y sectores profesionales, especialmente en el mundo del marketing, la comunicación y la publicidad. Por ello tener un perfil creativo siempre será de gran utilidad para ejercer estas profesiones.
No obstante, también existen técnicas creativas que pueden ayudarte a incentivar la creatividad, como es el caso de la técnica creativa de las analogías, una de las más conocidas y efectivas a la hora de estimular la creatividad en cualquier ámbito.
¿En qué consiste la técnica creativa de las analogías?
La técnica creativa de las analogías consiste, básicamente, en conseguir resolver un problema a través de un rodeo. Es decir, en vez de atacar al problema de frente, como se hace en otras metodologías, se compara el problema con otra cosa para buscar una posible solución. En otras palabras, es poner en paralelo los hechos para poder resolver el problema.
Esto quiere decir que, si alguien sufre un bloqueo, a la hora de usar la técnica creativa de las analogías deberá tomar distancia con el problema y generar ideas a través de algún objeto físico, algún personaje u otras herramientas de disciplinas diferentes para poder descubrir algunas semejanzas e intentar poner una solución factible.
¿Cómo funciona la metodología creativa de las analogías?
Al igual que todas las técnicas creativas, la de las analogías sigue su propia metodología, que será imprescindible seguir para poder garantizar el éxito. ¿Cómo es la metodología en esta técnica?
Formular el problema
El primer paso será el de formular el problema, es decir, la incógnita a resolver. Sin este paso será imposible poder aplicar este método.
Generalizar el problema
Se debe definir el problema de la forma más general que sea posible. Para ello es necesario abstraerse de todo y ser muy objetivo. Sin esta abstracción resultará muy complicado generalizar el problema para poder ponerle solución.
Alejamiento del problema
Una vez se ha generalizado el problema, pasamos al siguiente paso. En esta tercera fase debemos alejarnos del problema y trasladarlo a nuestra imaginación. Puede parecer un acto complejo, pero, realmente, es muy sencillo. Tan solo hay que hacerse algunas preguntas como, por ejemplo, “¿en qué me hace pensar?, ¿es como…?”.
Elección y clasificación de las analogías
Se escogerá la analogía más adecuada para ese problema en concreto de la enorme lista de analogías existentes entre las que se puede escoger.
Decodificación
Una vez escogida cuál es la analogía más adecuada, se deberá poner en práctica. Esta es la parte clave de todo el proceso, ya que consiste en realizar un análisis de las analogías que se han seleccionado para poder extraer las mejores ideas.
Cruce con el problema
A continuación, se deberá realizar el cruce de las ideas de la fase anterior con el problema que hay que resolver. Una vez hecho esto, se procederá a la solución.
Es, sin duda alguna, una metodología muy sencilla, por lo que no tendrás problemas a la hora de aplicarla, ya sea en solitario o en un grupo de trabajo.
Tipos de analogías
En la técnica creativa de las analogías existen diferentes tipos que debes tener en cuenta. Es importante conocerlos todos para poder escoger el más adecuado en cada caso.
Analogía personal
Es una técnica que permite que uno o varios individuos se sumerjan en el problema desde dentro. Para poder llevar a cabo esta analogía, es necesario realizar una fusión entre el individuo y el objeto que causa el problema. Esto quiere decir que la persona encargada de poner fin al conflicto deberá ponerse en la piel del objeto para poder entenderlo mejor.
Esta técnica puede resultar bastante complicada debido al nivel de abstracción que se necesita. Un truco para que sea más sencillo sería preguntarse lo siguiente: “¿Qué haría yo si fuera…?”. Debemos ser capaces de empatizar con la problemática.
Analogía personal
Aquí se busca establecer unos puntos de contacto y semejanza que se tengan en común. El punto de unión puede ser de diferentes tipos:
- Sinónimos: frío es a abrigo como hambre a comida.
- Antónimos: calor es a frío como estrecho a ancho.
- Elemento: ratón es a queso como carne a lobo.
- Conjunto: policía es a seguridad como conductor a autobús.
- Causa-efecto: comer es a empacharse como dormir a descansar.
- Acción: limpiar es a casa como pedalear a bicicleta.
Analogía simbólica
Para poder usar este tipo de analogía es necesario conocer las palabras claves del conflicto para poder analizarlas a fondo. Al hacer esto, podrás encontrar la esencia y todos los significados posibles de una forma más amplia que en un principio. Una vez hecho, deberás intentar unir todos los significados en un mismo enunciado, de esta forma el campo de trabajo podrá ser más amplio y será más fácil encontrar una solución.
Analogía fantástica
Aquí se deberá dejar de lado todo pensamiento racional y lógico. Será necesario dotar a la mente de libertad para poder buscar una solución y es que cuando la mente está libre es cuando mejor puede funcionar.
Es posible que, en este caso, algunas de las ideas no se puedan aplicar, ya que la imaginación puede llegar hasta límites insospechados. No obstante, siempre es recomendable aplicar todas las teorías, por muy descabelladas que parezcan, puesto que alguna seguro que te funciona y te ayuda a resolver el problema. No importa lo fuera de lo común que parezcan estas ideas.
Estos son los diferentes tipos de analogías que existen en esta técnica creativa. Recuerda que debes seguir bien los pasos de la metodología para poder llegar a una solución para el conflicto que ha surgido.
Escoge bien el tipo de analogía que necesitas para trabajar, ya sea en solitario o en equipo, y ¡manos a la obra! Con esta técnica de creatividad seguro que llegas al fondo del asunto.
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