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El Día del Libro más digital

El Día del Libro más digital

Sant Jordi ha cambiado su lanza por una afilada pluma y la sangre por tinta electrónica. Matamos al analógico dragón y recopilamos una serie de recursos para el Día del Libro más digital hasta la fecha.

Un año más celebramos el día de Sant Jordi, Jorge, George… entre libros, y rosas según las latitudes. Sant Jordi es el patrón de Cataluña desde el s. XV -también lo es de Aragón, Portugal, Inglaterra, Bulgaria…-, pero desde que en 1995 la UNESCO lo estableciera como el Día Internacional del Libro parece haber cambiado su lanza por una afilada pluma, y la sangre del dragón por una inspirada tinta. En años anteriores ya hablamos del origen y claves marketinianas de tan esperado día.

Pero esta transición de sangre a tinta sigue mutando. El noble caballero parece estar viviendo una leyenda cada vez más digital, y ahora la pluma podría ser el teclado de nuestro móvil y la tinta la pantalla de un libro electrónico. En el Sant Jordi más digital hasta la fecha, recopilamos una serie de recursos que pueden ser del agrado de todo buen caballero y princesa digital, o viceversa.

El próximo capítulo del libro

Durante siglos, el libro ha sido el más poderoso y efectivo transmisor de conocimiento. Mi profesora de latín insistía en que “no se puede llorar sobre un monitor, en las páginas de un libro sí”. Pero lo cierto es que los libros electrónicos, cada vez con pantallas de mayor resolución y contraste, van ganando puntos para ser dignos de nuestras lágrimas, sin riesgo de cortocircuito.

El pasado jueves 14 de abril se presentó en Londres el informe Global Ebook Report 2016, estudio descriptivo sobre el mercado mundial de los libros digitales. Más allá del crecimiento imparable de los nuevos soportes, parece que los lectores seguimos viendo caro el precio de los ebooks en comparación a su versión en papel (el replicado debate del coste del soporte Vs. el coste intangible del conocimiento). El estudio también destaca el auge de los libros autoeditados, que cada vez ganan más puestos entre los best sellers de todo el mundo. La tríada vital hijo-árbol-libro parece más abarcable que nunca.

Internet es la nueva biblioteca de Alejandría

En el último Sant Jordi compartimos una selección de 23 ebooks sobre el cada vez más digital mundo del marketing. Este año nos hemos venido arriba iniciando nuestra propia colección de libros de marketing online. De momento hemos publicado tres títulos:

Ya estamos preparando nuevos libros, y también otros recursos como infografías, checklists… y todo aquello fruto de nuestro aprendizaje y experiencia susceptible de ser compartido.

Recursos de marketing online

Y es que el cúmulo de conocimiento, o más bien de información, cada vez es más basto. La medida humana ya está en desuso y nos movemos en el big data como un pez-pato en el agua de un garaje. Eso de prestar un libro ya sabe a poco. Aunque nunca podemos leerlo todo, o consumir todos los contenidos en cualquier tipo de formato, ahora compartimos bibliotecas digitales enteras en un simple enlace. Algunos ejemplos, de menor a mayor ámbito geográfico:

  • Biblioteca digital hispánica
    De la mano de la biblioteca nacional de España, más de 100.000 monografías, manuscritos, dibujos, fotografías, grabados, partituras…
  • Europeana
    Todo un lujo con más de 52 millones de libros, ilustraciones, vídeos y sonidos de toda Europa.
  • Biblioteca digital mundial
    Con menos artículos que la europea, rozando los 14.000, pero con textos que se remontan al año 8.000 a. C.

Y si queréis más recomendaciones, de gente con vuestros mismos intereses, los clubs de lectura que se reunían en los viejos cafés de tertulia han dado paso a las redes sociales verticales dedicadas al mundo del libro. Si estás harto de no recibir ningún like en Facebook cuando publicas la reseña del último libro que te has leído, este es tu sitio.

La cosa no ha hecho más que empezar. Probablemente el Sant Jordi del futuro matará al dragón enviando un dron manipulado con sus gafas de realidad virtual. Esperemos que tanta información no genere más ruido del necesario, y de que al menos tengamos tiempo para disfrutar de un buen libro entre búsqueda y búsqueda para llorar en la pantalla del móvil, en nuestro smartwatch o en el holograma de turno. Al fin y al cabo lo digital, como cualquier otro invento, nos ha de servir para mejorar nuestras vidas, no para complicarlas.