¿Los parecidos razonables entre Facebook y Twitter acabarán devorando también el alcance orgánico del pájaro azul? Como no somos futurólogos, si tu target está en Twitter, te dejamos siete claves para definir y segmentar mejor tu campaña y, de momento, sacarle el máximo partido a Twitter Ads.
Facebook ya nos ha demostrado sobradamente que sin cash no hay paraíso. Vamos, que se acabaron las legiones espontáneas de amigos y las conversaciones amontonadas sobre nuestros post molones. Si no queremos ver nuestro contador más parado que una estatua y un silencio sepulcral alrededor de nuestros esfuerzos comunicativos, hay que tirar de Visa y ¡a presumir!
Los parecidos más que razonables entre Facebook y Twitter ya nos hicieron llevarnos las manos a la cabeza en este artículo sobre el retuit, y seguimos dándole vueltas al asunto pensando en si también el pájaro acabará comiéndose el alcance orgánico y ya no podremos hablar a nuestro libre albedrío si queremos que nos escuche alguien, a parte de nosotros mismos.
Como no pretendemos ser agoreros, vamos a ponernos en positivo y pensar que, si nuestro target está en Twitter, ¿por qué no sacarle el máximo jugo a nuestros esfuerzos con un poco de publicidad complementaria?
Twitter Ads, la herramienta que Twitter pone a disposición sin movernos de nuestros perfiles, ha ido incorporando mejoras a las que sacar partido cuando planifiquemos nuestra campaña.
Y como todo tiene un principio, lo primero que tenemos que decidir es qué tipo de campaña queremos. Desde la pestaña “Crear una campaña”, la plataforma ya nos ofrece seis opciones, con una pequeña explicación para que nos quede claro su propósito.
Imaginemos que lo que le conviene a nuestro producto/marca es una campaña de Clics en el sitio web o conversiones. La seleccionamos, le ponemos el nombre que nos ayude a identificarla y, a continuación, establecemos el período de ejecución de nuestra acción.
Con el objetivo bien definido, toca preparar el mensaje. Para ello, contamos con dos opciones: usar la Website Card que nos ofrece la plataforma y que, en esencia, es una suma de imagen + copy y, opcional, la url de destino con una llamada a la acción (escoger alguno de los criterios predefinidos). O hacer lo mismo por nuestra cuenta, preparar cuidadosamente nuestro tuit, publicarlo y seleccionarlo para nuestra campaña.
¿Un solo tuit? Mejor tres o cuatro, con la misma esencia, es decir, mirando hacia el objetivo que has decidido, pero variando un poco el mensaje para que puedas tomar nota, también, de qué estilo ha funcionado mejor y tenerlo en cuenta para futuras acciones.
Céntrate en que el mensaje responda a lo que quieres conseguir. Solo tienes 140 caracteres. No los desperdicies. Incluso, deja espacio para los más espontáneos. Y deja los #hashtags para tus tuits orgánicos.
Ahora céntrate en tu público, sacándole el máximo jugo a la segmentación. Si tu negocio es local, que te lean en Wisconsin no te va a ayudar mucho a cumplir tus objetivos. Aplica el mismo sentido común a la hora de seleccionar género, idioma y dispositivos.
¡Venga, que vamos bien! Exprime ahora los criterios de segmentación adicional. Selecciona las palabras clave más idóneas para tu producto y, sobre todo, para tu objetivo. Incluso presta atención a las exclusiones si hay algún término con el que claramente no quieras coincidir.
Si quieres vender paraguas, añade cuentas de perfiles que puedan tener interés por tu producto. Probablemente a los seguidores de @meteomiciudad les interesará ver paraguas, máxime si hay previsión de lluvia.
Selecciona bien y no te cortes, pero sin pasarte. Más de 100 cuentas sería un exceso.
La plataforma también te da opción para añadir intereses, con categorías predefinidas. No son óptimas, pero aprovéchate de las que hay para ir afilando tu diana.
A la hora de personalizar la audiencia, Twitter también te permite incorporar tus propias listas. Con una doble funcionalidad: para incluirlas como destinatarias de tus mensajes, o para excluirlas, si tienes otras formas más personalizadas y efectivas para hacerles llegar tu mensaje.
Cerrando el capítulo de segmentación, aparece la televisión. No desprecies esta opción. Échale un vistazo. ¿Cuántas veces habrás oído eso de “espera, no cambies, que voy a ver el tiempo”? Seguro que a ellos les interesan tus paraguas. Dedícale unos minutos a pensar. Ponte en la piel de tu cliente e imagínate qué programas le gustan. Lánzate.
Ya sabes que somos muchos los que vemos los Documentales de la 2 y el National Geographic y estamos, móvil en mano, comentando las escenas más interesantes. En fin, sigue tu instinto.
Finalmente, toca establecer el presupuesto. Tú sabes lo que estás dispuesto a gastar, así que ¡haz números! Unos pocos euros al día te servirán para probar, evaluar, modificar y volver a probar.
Aquí Twitter acaba de incorporar novedades y permite establecer una oferta en modo Automático, que se “optimizará para obtener los mejores resultados al menor precio”. ¿Os suena? Pues eso, como en Facebook. Si no sois un máster en la materia, Automático es la mejor opción.
¡Ah! No te olvides de hacer clic en Guardar campaña. Eso sí, podrás modificar lo que quieras y cuando quieras. Twitter te lo pone fácil con el lapicito para editar lo que te convenga en cada apartado y ¡a editar!
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