Reserva Ibérica
Estilismo y fotografía para un jamón ibérico de bellota de pura raza
Contexto y reto
Mostrar la calidad de un producto único que se deshace en la boca
Reserva Ibérica vende tanto el mejor jamón ibérico de pura raza que podemos degustar tanto en tiendas físicas como online. Espacios gourmet donde encontraremos el mejor servicio y producto.
En Reserva Ibérica es fácil que se te haga la boca agua, porque buscan el mejor producto que nos traslade al umami, la quinta dimensión de la gastronomía. Un concepto creado en Japón para describir aquello que es sabroso, que se une a los otros cuatro sabores clásicos: amargo, ácido dulce y salado. El umami es ese algo indefinible y casi adictivo que encontramos al probar muchos de los productos ibéricos, como los quesos curados o el jamón.
El alma de Reserva Ibérica es Manuel López. Sus conocimientos tras décadas mimando el producto, así como la búsqueda, año tras año, entre las mejores dehesas de la península, hacen que tenga a los clientes enamorados.
Estrategia
Bodegones gastronómicos con un food stylism a medida para realzar un producto premium
Con un producto tan único quisimos reflejar, por un lado, a Manuel López como alma mater del proyecto, a la vez que garante de ofrecer el mejor jamón ibérico y, por otro, bodegones gastronómicos que realcen la calidad de un producto premium.
Conscientes de la importancia de una buena fotografía como la mejor carta de presentación para una marca relacionada con el mundo de la alimentación y la gastronomía, porque realza el valor del producto y ayuda a diferenciarnos de la competencia, hemos hecho un planteamiento fotográfico buscando crear un universo visual que despierte el apetito por saborear uno de los productos más únicos y sabrosos de la gastronomía española.
Para ello realizamos un food stylism que acompañe a nuestro producto principal haciendo diversas tomas desde diferentes puntos de vista, principalmente cenitales, así como algunas subjetivas, que realcen el producto y la composición, mostrando al mismo tiempo el producto tal como lo vería un comensal.
Los claroscuros nos ayuda a realzar los brillos del ibérico, con el jamón como protagonista principal, pero también otros embutidos que le acompañan como el salchichón o el chorizo.
Para esta sesión hemos aportado los props del estudio, decantándonos por superficies de pizarra, el mármol, madera rústica, telas con colores oscuros y tonos naturales, accesorios como bellotas, piñas, hierbas frescas… que nos ayudan a transmitir la calidad y origen del producto.
Por otro lado, complementos culinarios como copas de vino o alimentos como quesos, grisines, el higo o la uva nos apoyan a la hora de completar la historia del plato llevado a la mesa para ser degustado.
El cuidado de la textura en alimentación es esencial para activar sentidos como el tacto o la vista, indispensables para que el alimento entre por los ojos.
Asimismo, plasmar los colores del producto es también básico para transmitir el buen estado de la comida y más en un caso como este de auténtico jamón ibérico de Reserva ibérica, ya que implica una buena curación.